sábado, 26 de septiembre de 2009

El amor y el des-amor coral

Obra de Eduardo Pavlovsky con dirección de Joaquín Berthold

La versión escénica de Joaquín Berthold de la obra Cerca de Eduardo Pavlovsky, plantea un interesante desafío: hasta que punto un texto de cámara, casi intimista, sigue conservando su esencia, cuando se lo expone en una dimensión distinta a la concebida por el autor.
Berthold plantea la obra en un formato coral, la pareja de la versión original, es multiplicada por tres, y le agrega un subtexto corporal interpretado por dos actrices ubicadas en un plano distinto al que se mueven las parejas. Asimismo el director muda la obra de la cotidianeidad, para instalarla en un ambiente de glamour con smoking y vestido de fiesta.
De esta manera la pieza adquiere multiplicidad de voces y colores, que producen interesantes giros y matices, sin quebrar el clima de ruptura y soledad que lleva de suyo la obra. La versión abona la idea que el momento del “no-amor” no le esa ajeno a nadie, y llega ineludiblemente, a pesar que cada pareja haya creado su propio código de relación, que las vuelve únicas; en su momento los componentes de las mismas variarán sus roles, y serán victimas o victimarios.
Las actuaciones son buenas, con la salvedad de ciertos momentos intimistas, en que merma su intensidad. Las interrelaciones de cada pareja están logradas plenamente, y consiguen su propia impronta. El dúo de actrices que tiene la difícil misión de decir con su cuerpo lo que omiten las palabras, salen airosas de su tarea.
La disposición espacial resuelve acertadamente los momentos intimistas y expositivos instalándolos en distintos planos; el diseño de luces, de Verónica Bergner y del mismo director, corre en el mismo sentido.
Impecable esa “uniformidad de lujo” que surge del vestuario de Maren Henke.
Joaquín Berthold logra una Interesante revisión de la obra de Eduardo Pavlovsky.

Gabriel Peralta

http://www.criticateatral.com.ar/index.php?ver=ver_critica.php&ids=1&idn=1503

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