sábado, 26 de septiembre de 2009
Nueva versión para un texto de Pavlovsky
Duración: 55 minutos.
Nuestra opinión: bueno
Martes 9 de diciembre de 2008 Publicado en edición impresa
Cerca es una de las obras que Eduardo "Tato" Pavlovsky escribió durante su exilio en España a fines de la década del setenta, y mantiene una relación más que directa con la filosofía estética de la época y con cierta postura nihilista del hombre ante la vida y ante aquellos valores que, habiendo sido vectores de una cultura, estaban mostrando ciertos costados tan crueles como desesperanzadores.
El texto dramático está constituido por largos parlamentos, en los que el autor permite la interacción entre los dos personajes carentes de nombre propio. A Pavlovsky le alcanzó con plantear muy genéricamente un "él" y un "ella", ya que gran parte del texto, desde lo argumental, girará en torno a los problemas de la identidad desde un sentido tanto individualista como relacional. Aquel que conozca mínimamente los relatos que la literatura, el cine y el teatro produjeron en aquellos tiempos podrá reconocer la muy fuerte identificación de época que tiene el texto.
Juego escénico y visual
Joaquín Berthold, a cargo de la dirección y puesta en escena, tomó como decisión jugar escénica y visualmente con algo que su autor plantea en un formato literario, como es la escisión del sujeto y una mirada sobre la identidad producida desde la "multiplicidad del uno". "No sé quién soy", termina diciendo el texto que escribió el autor de El s eñor Galíndez. Pero este no saber se produce fundamentalmente porque el sujeto mira el ser desde ciertos valores modernos y no puede entenderse por fuera de la idea de unidad (yo soy yo, siempre uno y siempre el mismo).
Para trabajar esto que en Pavlovsky está producido desde cierta deriva textual, Berthold utiliza a tres parejas de actores para encarnar al par que aparece en el texto, y deposita sobre el escenario a dos seres más que, por fuera de cualquier tipo de convención realista, quiebran con la posibilidad de hacer una lectura lineal de la obra.
Si bien hay que decir que por momentos la atención decae porque la propuesta ha sido exhibida en su totalidad en los primeros quince minutos, las actuaciones son en la mayoría de los casos muy interesantes. Para ello, el director elige darle a cada par una carga emocional diferente como para poder jugar con cierto dinamismo que tendrá su correlato con los pocos pero interesantes instantes coreográficos.
Federico Irazábal
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1078674
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Crítica - Martes 9 de diciembre de 2008
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